Los perros a los que la administración etiquetó en su momento con el horrendo epígrafe de 'potencialmente peligrosos' sufren toda suerte de problemas. Por supuesto que hay dueños que los aprecian como lo que de verdad son: miembros emocionales de la familia. Pero hemos de reconocer que en su gran mayoría son concebidos como meros 'elementos de exhibición', cuando no como directas 'armas'.
En Vitoria‑Gasteiz el panorama no es distinto, como lo demuestra el hecho de que mientras la población de PPP en la comunidad canina de la ciudad supone un 5 %, este multiplica por diez en la población de inquilinos del Centro de Protección Animal (de titularidad municipal). En efecto: ¡más de la mitad pertenecen a dicho colectivo!
Preocupados por esta situación, el tema se ha tratado en el Elkargune de Protección Animal, consiguiendo trasladar algunos puntos esenciales a los técnicos y políticos, quienes ―al menos en pura teoría― están de acuerdo en implementar cierto protocolo para tratar de paliar tan trágico escenario. Así, se va a enviar a todos los propietarios de PPP una carta recordándoles sus obligaciones legales (incluida la sanción que acarrea la cría y venta entre particulares), por ver si de esta forma se disuade en algún grado a los potenciales dueños de alimentar esta perversa rueda.
De forma paralela, ATEA ha entregado al Ayuntamiento un dossier donde se vierten reflexiones al respecto, así como se facilita un listado de actuaciones que creemos imprescindibles para que se respeten sus derechos básicos.
Solo con TU APOYO podremos seguir defendiendo los derechos de TODOS los animales. ¡Gracias!
Deja tus comentarios
Enviar un comentario como invitado