SOLICITAMOS AL NUEVO ALCALDE DE PAMPLONA QUE NO ASISTA A ACTOS CRUELES CON ANIMALES
Un año más, Pamplona se prepara a celebrar sus fiestas, que en buena medida se sustentan propagandísticamente en la agresión brutal a seres inocentes (los toros), en sus dos versiones principales: corridas y encierros. En este sentido, ATEA desea hacer llegar a la opinión pública su firme rechazo a cualquier manifestación lúdica que implique dolor y sufrimiento gratuito a animales, como sin duda es el caso.
Como cada cuatro años, la ciudad vive un intenso periodo festivo con gestores municipales renovados, y en esta ocasión es si cabe más especial, por cuanto el gobierno cambia de signo, y se nos presenta –en sus propias palabras– como una “renovación democrática profunda”. ATEA no es quién para dudar ni de esta ni de ninguna otra tarjeta de presentación. Por eso estamos a la expectativa de en qué medida dicha “renovación” afecta a la ética global, entendiendo por tal aquella que tiene en cuenta los intereses legítimos de todos los individuos sensibles, no limitándose por tanto a los miembros de la comunidad humana.
Ya se ha dicho que el atractivo propagandístico de las fiestas pamplonicas se fundamente en dos tipos de espectáculos (corridas y encierros) que dispensan gravísimas consecuencias a las víctimas: a la tortura psicológica matinal se une una segunda física y letal por la tarde. Por encima de cuestiones como la cultura o la tradición, aceptemos que difícilmente puede encontrarse un escenario más retorcido y perverso que este.
¿Qué opinan los flamantes nuevos dirigentes iruñarras de todo esto? ¿Les parece correcto divertirse (algo en sí mismo deseable y legítimo) a costa del malestar e incluso de la vida de otros? Como ya le explicamos al alcalde en la carta que le ha sido remitida, comprendemos que no todos los escenarios pueden cambiar de súbito, lo cual no es óbice para que, en calidad de representante social democráticamente elegido, se hagan gestos para dar a entender según qué pareceres. La ausencia de determinados espacios bien puede ser uno de ellos. Por eso solicitamos al Sr. Asiron que no asista a ningún acto que implique agresión (física o psicológica) a animales, pues su presencia supondría el apoyo moral a los mismos, y en consecuencia una pésima noticias para ese grupo de ciudadanos que entiende el liderazgo político como una forma de emprender nuevos caminos, en los que el respeto y la empatía ocupen el lugar del egoísmo. Reconocemos, por tanto, estar expectantes ante la postura que en dicho sentido pueda tomar el nuevo alcalde de Pamplona: si la de sondear nuevas caras para la fiesta o la de abandonarse a la vieja y antropocéntrica ética.
Solo con TU APOYO podremos seguir luchando por los derechos de los animales