EL AYUNTAMIENTO DE TAVERNES DESPRECIA EL INTERÉS DE LA CIUDADANÍA POR EL BIENESTAR DE LOS ANIMALES CONFINADOS EN EL MINIZOO DE LA LOCALIDAD
ATEA continúa esperando que el Alcalde de la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna se digne dar cumplida contestación a alguna de las ocho preguntas que le eran formuladas en el escrito remitido por esta asociación el pasado 15 de abril, a pesar de que el máximo representante municipal reconoció a diversos medios locales que aún no habían recibido la última certificación para la apertura del minizoo inaugurado recientemente junto al complejo de piscinas. Nada sabemos por tanto sobre las razones concretas que llevaron a la corporación a tomar la decisión de instalar el centro zoológico sin que –hasta donde nosotros sabemos– mediara solicitud o interés alguno por parte de la ciudadanía, ni qué destino tienen previsto darles a los animales si la iniciativa fracasa (como suele acontecer). Tampoco se responde a nuestra interpelación sobre qué medidas de seguridad tiene el centro, o si se ha abierto una investigación para tratar de identificar a la persona que abandonó un conejo enfermo en el recinto, quien murió al poco tiempo. Lo dicho: el desprecio más absoluto a la sociedad civil, en este caso a la realidad asociativa, que –nunca está de más recordarlo– desempeña una labor reservada por naturaleza a la red administrativa en un aspecto tan esencial en un Estado de Derecho como el cumplimiento de las leyes vigentes.