Esta vez hemos optado por escribir una especie de 'carta personal' al toro de lidia, que por tal condición (decidida por los humanos, que no por su propia naturaleza) habrá de sufrir el tormento en la plaza, en nombre de ideas tan subjetivas (ergo humanas también) como puedan ser el arte, la tradición o la cultura. Lo cierto es que ninguna de estas cuestiones le libra al pobre toro de su martirio, y acaso ahí esté el quid de la cuestión.
Solo con TU APOYO podremos seguir defendiendo a TODOS los animales. ¡Gracias!
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