La presión animalista consigue que el sindicato CCOO deje de repartir animales vivos en sus actos reivindicativos.
La Policía Municipal de Bilbao ha confirmado a ATEA que desde CCOO se les ha asegurado que no repetirán acciones de carácter reivindicativo que incluyan el reparto de animales vivos.
Nuestra organización presentó una denuncia a principios de julio contra el sindicato por vulneración de al menos dos artículos de la normativa genérica vigente en materia proteccionista en Euskadi, y ante la noticia aparecida en prensa días pasados en el sentido de que volverían a repartir animales (esta vez pollos, sin precisar que estaban muertos), advertimos de ello tanto al Ayuntamiento como al cuerpo de policía local. Desde el propio cuerpo se mantuvo una conversación telefónica con el responsable sindical, y éste les confirmó que desisten de volver a regalar animales vivos, “ante la repercusión indeseada del acto llevado a cabo el pasado día 5”.
ATEA no entiende que una organización sindical, cuyo trabajo diario consiste en la defensa de los derechos de sus representados, atente de manera tan burda contra los derechos esenciales de seres inocentes, y que además lo haga incumpliendo la legislación vigente, y por tanto afectando desde su misma base al propio concepto de estado de derecho. Quizá sea fruto de una cierta ingenuidad por nuestra parte, pero parece lógico pensar que un sindicato de izquierdas debería actuar de manera más respetuosa con los intereses básicos de los demás, con independencia de la especie a la que pertenezcan los afectados, pues cuestiones como el bienestar y el sufrimiento tienen idéntico significado para todos los animales, humanos o no. Entendemos por ello que la imagen de los trabajadores queda seriamente tocada tras insistir en las formas de protesta, pues no se comprende que para reivindicar derechos propios se pisoteen derechos ajenos. Es por ello que la autoridad moral de los trabajadores para exigir según qué cosas queda muy atenuada. Y el embrutecimiento moral que pueda achacárseles por el trabajo de exterminio masivo que desempeñaban hasta perder su puesto de trabajo en ningún caso puede eximirles del comportamiento cívico exigible a todo ser humano.
ATEA espera y desea que a partir de ahora los trabajadores y trabajadoras afectadas asuman formas de protesta más respetuosas, y que apliquen en ellas un elemental ejercicio de empatía.
ATEA se congratula del resultado, aunque lamenta qua aún hoy tengamos que estar denunciando hechos que no deberían producirse a poco que se pusiera en práctica un elemental ejercicio cívico. En cualquier caso, recordamos que hay una denuncia interpuesta por esta asociación contra el sindicato, que esperamos sea sancionado según especifica el texto legal.
Artículos de referencia [Ley 6/1993, de Protección de Animales]
“Queda prohibido maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos o daños y angustia injustificados”
[Artículo 4.2.a]
“Queda igualmente prohibido hacer donación de los mismos como reclamo publicitario, premio o recompensa…”
[Artículo 5.d]
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