ATEA ha remitido sendas cartas a las máximas autoridades de las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, así como a los Ayuntamientos de las tres capitales vascas, instándoles a que las administraciones que presiden se abstengan de usar globos y similares en sus actos públicos, por cuanto dicho material supone una grave contaminación del medio, así como la muerte de miles de animales cada año.
En efecto, muchas aves, reptiles o mamíferos confunden dichos elementos con comida ―o simplemente les llaman la atención― y los ingieren, causándoles una larga agonía que deriva en muerte. De igual forma, la goma y las cuerdas que los componen se enredan con facilidad en sus patas, picos, alas y cuerpos, convirtiéndose en una trampa mortal para toda suerte de fauna silvestre. Incluso los globos que no se elevan son siempre un potencial riesgo, pues en su inmensa mayoría acaban en los vertederos al aire libre, frecuentados por numerosas especies.
Pero especialmente lamentable nos pareció el acto que el pasado 19 de marzo organizaron las JJGG de Araba contra la reapertura de la central nuclear de Garoña. Resulta ciertamente llamativo que se recurra a este tipo de elementos tan contaminantes para reivindicar ―con absoluta licitud, por otra parte― el definitivo cierre de un centro (se supone que tratando así de evitar una indeseable contaminación medioambiental, y el consiguiente peligro para la población humana y animal).
Nos consta que el uso de globos como reclamo estético en dicho acto fue objeto de un cierto debate durante los preparativos del mismo, y que se optó por ello al fin. Y quizá es esto lo más desconcertante, pues no llegamos a comprender qué tipo de argumentos prevalecieron para la decisión final, o si acaso algún grupo político se opuso de manera firme y argumentada a algo que debiera responder al mero sentido común: no contaminar si puede evitarse. En tal sentido, creemos que existen múltiples fórmulas para hacer llamativo un acto público, que desde luego no pasan por la utilización masiva ―y provocada― de globos.
Aprovechamos la ocasión para solicitar a los Ayuntamientos Bilbao, Gasteiz y Donostia que incorporen al listado de condiciones para la concesión de permisos para iniciativas en suelo público el no uso de globos y similares. Consideramos que ello se muestra por completo coherente con los valores de culto a la ecología que ―por suerte― prevalecen hoy día en el quehacer cotidiano de las administraciones locales.
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