ATEA desea manifestar a la opinión pública su satisfacción ante la decisión tomada por el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, en el sentido de no autorizar la `carrera de burros´ del Día de Santiago, que ha supuesto un evidente maltrato físico y psicológico para un sinfín de animales inocentes, cuya única «culpa» consistió en ser `pollino´ en lugar de `lince ibérico´. ¡Lamentable!
La lucha contra tan vergonzante espectáculo en la capital de Euskadi se remonta a finales de los pasados años ochenta, y durante las últimas ediciones estuvo rodeada de una gran polémica, reflejada esta tanto durante la prueba como en los medios.
Nuestra organización siempre ha defendido que el evento vulneraba la legislación vigente en materia de protección animal: desde 1993 la normativa autonómica, añadida a la Ordenanza Municipal (tanto la presente como la anterior). No tiene la menor importancia si se nos da o no la razón, sino que se cumpla por fin la ley (un elemento crucial en cualquier `estado de derecho´ digno de tal nombre).
La entidad organizadora de este triste espectáculo se ha enrocado de manera absurda una vez tras otra, incapaz de vislumbrar los tiempos y el lugar. Creyeron que la clase política estaría siempre de su parte, y por fortuna esa clase ha evolucionado hacia la cordura y la ética. A tal punto es así, que el Partido Popular se ha quedado solo defendiendo este sinsentido. Ellos y la Comisión de Blusas y Neskas (¿acaso dos caras de la misma moneda?).
Pero ATEA debe dejar claro en este preciso momento que aquí no gana ninguna facción en particular, sino que ganamos todos y todas (¡también la CBN, por supuesto!), pues un divertimento respetuoso nos hace mejores como personas, y sobre todo como ciudadanos. Y, obviamente, nos alegramos en lo más profundo de que los pobres burros no tengan que sufrir más el agobio emocional y las agresiones físicas de que han sido víctimas durante más de medio siglo.
Zorionik beroena guztioi!
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